jueves, 6 de mayo de 2010

FECHA TRAGICA


ACERCA DEL TERREMOTO DEL 6 DE MAYO
En la zona meridional del Departamento de Usulután se encuentra el cerro de El Tigre que según sus lugareños es el que ha  provocado los seismos que han afectado a las poblaciones de la zona del valle de la Esperanza, como Jucuapa, Chinameca, San Buenaventura y Nueva Guadalupe.
 A pesar de no tener un cráter visible, se le vincula como el epicentro sísmico que produjo los terremotos ocurridos en esa región en diciembre de 1838, el 2 de octubre de 1878 y el 6 de mayo de 1951. Este terremoto del año de 1951 destruyó completamente la ciudad de Jucuapa, área donde tuvo lugar el epicentro del seísmo,  también hubo cuantiosos daños en las poblaciones aledañas como San Buenaventura, Chinameca y Nueva Guadalupe.
De ahí surge el Valle de la Esperanza. Este entre otros, fue proyecto de construcción de viviendas de diversos estilos que fueron siendo entregadas a las víctimas de los terremotos y fueron construidas en el mismo sitio inmueble del damnificado. Estas casas fueron entregadas por un precio simbólico a la ciudadanía afectada por el terremoto.
Estas nuevas casas construidas a raíz del terremoto de 1951, fueron construidas con los mejores materiales de la época y a su vez sus cimientos fueron reforzados con columnas y soleras de concreto armado a diferentes escalas, techos de madera de pino curado y laminas de asbesto cemento, convirtiéndoles en construcciones más resistentes a cualquier otro fenómeno telúrico.
Con el paso de los años se suscitaron muchos problemas al momento de escriturar dicho patrimonio, incluso muchos propietarios jamás pusieron sus impuestos municipales al día y se fueron dando ese tipo de circunstancias que obligó a algunas personas abandonar las viviendas. Pero en muchos casos estas viviendas se han mantenido como patrimonio de familias y sus generaciones de descendientes; sin embargo otras han ido cambiando de propietario a lo largo de los años.
Se cuentan muchas historias de lo que ocurrió en 1951, pero lo cierto y trágico  es que se perdieron muchísimas vidas, las personas que estaban en la iglesia de Jucuapa unas lograron salir huyendo otras quedaron soterradas. Incluso murieron importantes ciudadanos extranjeros que habían llegado a residir a estos municipios.